En Mérida, los habitantes enfrentan una realidad marcada por cortes eléctricos continuos, racionamiento implacable de agua y fallos en la distribución del vital líquido en diversos sectores de la ciudad.
Jesse Rondón, un comerciante del centro de Mérida, se encuentra entre los afectados por esta crisis. Su negocio, que ofrece desayunos como pastelitos, empanadas y jugos naturales, depende tanto del suministro de agua para la preparación de alimentos y la limpieza de la cocina como de la electricidad para el funcionamiento de los equipos del local.
Rondón expresó su preocupación, ya que a menudo se encuentra incapacitado para atender los pedidos debido a los fallos simultáneos en los servicios de electricidad y agua. Esta situación dificulta aún más sus esfuerzos por mantener su negocio a flote y cumplir con sus obligaciones financieras.
La inestabilidad en la prestación de los servicios básicos tiene un impacto significativo en la rutina diaria de los habitantes de Mérida, ya que retrasa la realización de tareas cotidianas.
Además, los cortes eléctricos también afectan otros servicios vitales, como la telefonía e Internet, lo que agrava los problemas de comunicación en la región.
Fuente La Patilla
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