En la tarde de este martes, el Gobierno de Gustavo Petro llevó a cabo la intervención de la EPS Sanitas, la segunda entidad promotora de salud más grande del país, con 5,7 millones de afiliados. Esta acción de la Superintendencia de Salud tuvo lugar en medio de una profunda crisis en el Senado, que está poniendo en peligro la reforma propuesta por el presidente. Desde que asumió el cargo, Petro ha trabajado para reformar el sistema de salud y eliminar las EPS privadas, las cuales considera han convertido la salud en un negocio en lugar de un derecho.
La reforma propuesta por Petro sufrió una derrota en la Comisión Séptima del Senado y será sometida a votación el miércoles por la mañana. Su objetivo es eliminar la intermediación de las promotoras de salud para que el dinero fluya directamente del Estado a las clínicas y hospitales.
En su cuenta de X, Petro justificó la intervención: «El Gobierno tiene la responsabilidad de salvar el sistema de salud y proteger la vida de los colombianos. La intervención se basa en las irregularidades detectadas en el manejo de recursos públicos por parte de las EPS, y debemos actuar con determinación y respetando la ley y la constitución».
Esta intervención ha generado controversia en el país, ya que muchos sectores se resisten a cambiar un sistema de salud semipúblico que consideran ha funcionado adecuadamente desde los años 90. Sus defensores argumentan que el sistema resistió la pandemia sin colapsar, mostrando su eficacia. Sin embargo, la decisión también ha generado preocupación entre los afiliados de Sanitas, quienes esperan que la continuidad de sus tratamientos no se vea afectada y que puedan seguir accediendo a los servicios de salud necesarios.
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