Puntos blancos y negros: qué son y cómo tratarlos

Puntos blancos y negros: qué son y cómo tratarlos
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Molestos e incómodos. Los puntos negros y los puntos blancos son uno de los problemas más frecuentes que se presentan en la piel. Sin importar la edad, siempre dan un aspecto opaco al rostro. Habitualmente aparecen en la nariz y en la parte central de la cara, la conocida como zona T.

El primer consejo es resistir la tentación y consultar con un profesional para quitarlos sin dejar marcas, ni dañar la piel. Manipularlos o tocarlos puede empeorar la situación y, en algunos casos, hasta provocar un proceso infeccioso.

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“La piel tiene miles de glándulas que producen sebo (grasitud) en su capa profunda. El sebo asciende a la superficie a través de los orificios foliculares más conocidos como poros. En algunas pieles esos orificios de salida suelen obstruirse haciendo que se acumule sebo, si queda en contacto con el exterior el orificio se tiñe y se pone negro”, describió a Infobae la doctora Julia de la Torre, especialista en medicina estética.

Existen diferencias entre los distintos tipos de puntos que pueden aparecer en la piel del rostro, “el punto negro es un tapón de grasa que se forma en el orificio de salida de la glándula. Otras veces el sebo queda acumulado, pero cubierto por una delgada capa de la piel sin lograr contacto con el exterior y se forman así los puntos blancos o comedones cerrados”, detalló la especialista.

Entonces, la primera distinción para su tratamiento radica en esta diferencia: los comedones abiertos son los puntos negros y los comedones cerrados son los puntos blancos.

Los puntos blancos pueden aparecer en cualquier tipo de piel, ya sean secas o deshidratadas, mixtas o grasas, mientras que los puntos negros aparecen en general en las pieles con acné.

“El punto blanco muchas veces es visible y al extraerlo suele salir en forma de hilo blanco ya que se trata de sebo acumulado. Mientras que el punto negro no desaparece, podemos tratar de limpiarlo, pero vuelve a aparecer”, destacó a Infobae la doctora Agustina Vila Echague, dermatóloga miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología.

Para la remoción, “generalmente es necesario el uso de ácidos o alguna medicación siempre de la mano de la consulta con un experto”, sugirió la especialista en medicina estética.

En ese mismo sentido, la dermatóloga Vila Echague aconsejó “limpiar el rostro dos veces al día, por la mañana y por la noche, para deshacernos de la suciedad del día, restos de maquillaje y contaminación que pueden obstruir los poros”.

“En las limpiezas diarias recomiendo también el uso de agua miscelar, especialmente en pieles secas. Para las pieles con tendencias acneica hay diferentes productos que ayudan a minimizar los poros y prevenir los puntos negros, lo importante será la consulta para armar su rutina específica. La clave en las limpiezas en casa es no hacerlo en forma muy abrasiva”, coincidió la dermatóloga.

Las limpiezas de cutis en gabinete son útiles para sacar los puntos blancos, en un procedimiento que se realiza con agujas, “no se sacan en casa, ya que podemos irritar la piel. En pieles normales se recomienda realizarlas una vez al mes y en las grasas o acneicas cada 15 días”, señaló Vila Echague.

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