La histórica disputa entre Venezuela y Guyana por el territorio Esequibo ha resurgido con fuerza en los últimos años, convirtiéndose en un punto de fricción en la región. La combinación de factores geopolíticos, económicos y diplomáticos ha llevado la controversia a un nivel sin precedentes, avivando el debate sobre las posibles consecuencias de la escalada de tensiones. ¿Cuál es el valor real del Esequibo y qué tan probable es un conflicto armado?
Un territorio codiciado
Con una extensión de aproximadamente 160.000 kilómetros cuadrados, la región del Esequibo es más grande que países como Inglaterra, Cuba o Grecia. Su ubicación estratégica y sus abundantes recursos naturales la convierten en una zona altamente deseada. Su territorio alberga selvas tropicales, vastos ríos navegables y una biodiversidad impresionante, pero lo que realmente lo hace atractivo son sus reservas de oro, cobre, hierro, gas natural, petróleo y otros minerales estratégicos como coltán y litio.
La importancia económica del Esequibo ha sido reforzada con estudios recientes de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (FACES) de la Universidad Central de Venezuela. Estos informes estiman que las reservas de diamantes en la región podrían alcanzar valores entre 1.000 y 5.000 millones de dólares, mientras que los yacimientos auríferos oscilarían entre 35.000 y 60.000 millones de dólares. A esto se suma el hallazgo de aproximadamente 11.000 millones de barriles de petróleo en aguas en disputa, lo que ha aumentado la competencia entre ambos países por el control del territorio.
Las tensiones políticas y diplomáticas
El conflicto por el Esequibo no es nuevo. Se remonta a la época colonial y ha tenido múltiples episodios de disputa. Sin embargo, en los últimos años, la situación ha alcanzado niveles críticos. La decisión del gobierno de Guyana de autorizar la explotación de hidrocarburos en aguas en reclamación por parte de empresas extranjeras, entre ellas la estadounidense ExxonMobil, ha provocado una fuerte reacción por parte del gobierno de Nicolás Maduro.
En respuesta, Venezuela emprendió un proceso de reivindicación territorial con acciones políticas y legales. En diciembre de 2023, el gobierno venezolano realizó un referéndum consultivo para legitimar la reclamación sobre el Esequibo y, posteriormente, aprobó una ley que declara el territorio bajo soberanía venezolana. A partir de allí, las tensiones han escalado, con acusaciones cruzadas entre Caracas y Georgetown.
Guyana, por su parte, ha defendido su soberanía sobre el territorio y ha buscado apoyo internacional. Su gobierno ha llevado el caso ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), solicitando medidas cautelares para evitar que Venezuela continúe con acciones unilaterales en la región. Además, ha reforzado su alianza con Estados Unidos, que ha manifestado su respaldo al gobierno guyanés.
Elecciones y gobernanza en el Esequibo
Uno de los aspectos más controversiales de la estrategia venezolana es la inclusión del Esequibo en sus procesos electorales. El Consejo Nacional Electoral (CNE) ha anunciado que el 25 de mayo se elegirán diputados y un gobernador para la región, una decisión simbólica, ya que en la práctica el territorio es administrado por Guyana.
La incertidumbre sobre la ejecución de estos comicios es alta. Expertos electorales han cuestionado cómo se conformará el registro de votantes y dónde se habilitarán los centros de votación, considerando que Venezuela no tiene presencia efectiva en la región. Mientras tanto, Guyana ha advertido que cualquier ciudadano que participe en estos comicios podría ser acusado de traición y enfrentar cárcel.
¿Podría haber un conflicto armado?
A medida que aumentan las tensiones, la posibilidad de un enfrentamiento militar ha sido planteada en el discurso político. Nicolás Maduro ha señalado en reiteradas ocasiones que la explotación petrolera en aguas en disputa es una provocación y ha acusado a Guyana de actuar como un «títere» de Estados Unidos. Por su parte, el gobierno guyanés ha denunciado incursiones de la Armada venezolana en su territorio y ha solicitado apoyo de organismos internacionales.
A pesar de la retórica belicista, los analistas consideran que un conflicto armado es poco probable. Venezuela enfrenta un aislamiento internacional y una crisis económica interna que dificultarían una acción militar sostenida. Además, Guyana cuenta con el respaldo de potencias como Estados Unidos y el Reino Unido, lo que haría que cualquier agresión venezolana tuviera consecuencias diplomáticas y económicas severas.
Expertos en relaciones internacionales destacan que Venezuela carece del apoyo de América Latina en esta disputa. A diferencia de otros conflictos históricos con potencias coloniales, Guyana es una nación independiente desde hace décadas, lo que limita el respaldo a la posición venezolana en la comunidad internacional.
El futuro del Esequibo
A pesar de las tensiones actuales, la disputa por el Esequibo no tiene una solución clara en el corto plazo. Venezuela insiste en negociar bilateralmente con Guyana, mientras que Georgetown prefiere que el caso sea resuelto por la Corte Internacional de Justicia, cuya competencia Caracas desconoce.
La historia muestra que los conflictos territoriales pueden prolongarse por décadas sin resolverse. El Esequibo sigue siendo un tema que une a los venezolanos en un sentimiento de reivindicación histórica, mientras que en Guyana se percibe como una amenaza a su soberanía. Lo que ocurra en los próximos meses dependerá de la capacidad de ambas naciones para manejar sus diferencias sin llevar la situación a un punto de no retorno.
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