Las llamadas Escaleras de la Muerte, un lugar emblemático del estallido social conocido como el «Caracazo», que sacudió a Venezuela en la década de los 80, han vuelto a ser motivo de preocupación. Originalmente, este lugar sirvió como un recordatorio de las víctimas de aquel trágico evento, pero hoy, en el sector de Mesuca, Petare, ha dado paso a una nueva estructura que conecta a los habitantes con el transporte público en el sector Palo Verde, incluyendo a estudiantes de la Universidad Simón Rodríguez.
Sin embargo, lo que debería ser un alivio para la movilidad de la comunidad se ha convertido en una amenaza. La estructura de las nuevas escaleras está gravemente dañada, con fracturas visibles en varios tramos y secciones que literalmente cuelgan en el aire, lo que las convierte en un peligro inminente.
Los residentes y usuarios frecuentes, que prefieren permanecer en el anonimato por temor a represalias, denuncian que ya se han producido varios accidentes y lesiones debido al mal estado de la estructura. La falta de mantenimiento y supervisión por parte de las autoridades competentes ha dejado a esta infraestructura al borde del colapso, lo que podría derivar en una tragedia.
Lo irónico y preocupante es que estas escaleras podrían volver a ser conocidas como «Escaleras de la Muerte», no por un sacudón social, sino por la negligencia y la falta de atención de los organismos responsables. Los habitantes de Mesuca y los estudiantes que dependen de esta vía para llegar a sus destinos temen que un colapso sea inevitable si no se toman medidas inmediatas.
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