En una reciente entrevista, William Rodríguez, diputado de la Asamblea Nacional de Venezuela y especialista en gerencia internacional de hidrocarburos, compartió su análisis sobre los efectos del conflicto entre Irán e Israel en los precios internacionales del petróleo y el impacto que esto tiene sobre la economía venezolana. Además, abordó los esfuerzos actuales del gobierno y PDVSA para aumentar la producción petrolera y estabilizar la economía nacional.
Incremento progresivo en el precio del crudo
Rodríguez explicó que, a diferencia de otras crisis geopolíticas, el reciente aumento del precio del crudo tras el conflicto entre Irán e Israel ha sido más gradual. En lugar de un aumento abrupto, como el que ocurrió tras la invasión rusa a Ucrania en 2022, donde los precios alcanzaron los 140 dólares por barril en cuestión de días, la subida actual ha sido menos pronunciada. El crudo alcanzó los 87 dólares a principios de octubre de 2024, y la expectativa es que podría continuar subiendo dependiendo de cómo se desarrollen los acontecimientos en Oriente Medio.
Uno de los factores que podría desencadenar un alza significativa es una eventual respuesta militar de Israel contra infraestructuras petroleras iraníes. Si esto sucediera, las tensiones en los estrechos de Ormuz y Bab-el-Mandeb, por donde transita una gran cantidad del petróleo mundial, podrían generar un fuerte impacto en el flujo de hidrocarburos. Según Rodríguez, estos pasos estratégicos son cruciales para el comercio mundial, ya que cerca del 30% del transporte internacional de hidrocarburos depende de ellos. Cualquier interrupción podría desestabilizar aún más el mercado energético y hacer que los precios suban de manera desmesurada.
Venezuela en el escenario petrolero global
Rodríguez también discutió el lugar de Venezuela en este contexto de inestabilidad. A pesar de que el país enfrenta serias restricciones por las sanciones internacionales, que limitan su capacidad de vender petróleo en los mercados internacionales, el aumento de los precios del crudo es favorable para la economía nacional. Actualmente, Venezuela produce alrededor de 1.016.000 millones de barriles diarios, un tercio de lo que producía hace una década. Sin embargo, Rodríguez destacó que la actual subida en los precios del petróleo beneficia al país, permitiendo destinar más recursos a los programas sociales impulsados por el gobierno, así como reinvertir en la industria petrolera.
Este esfuerzo forma parte de la política económica de la Revolución Bolivariana para enfrentar la crisis que vive el país. Según Rodríguez, los ingresos adicionales derivados de la subida de precios se están utilizando para apalancar el aumento de la producción de crudo, con la meta de alcanzar los dos millones de barriles diarios para 2025. «Esto sería un paso fundamental para la recuperación de la economía nacional y permitiría reestablecer los niveles de salario de los trabajadores en todo el país, no solo en la industria petrolera», afirmó Rodríguez.
Progreso en la producción petrolera y optimismo en la industria
Rodríguez señaló que, a pesar de las dificultades económicas y las sanciones, la industria petrolera venezolana ha experimentado mejoras significativas. Al cierre de octubre de 2024, Venezuela logró romper la barrera del millón de barriles diarios, con una producción que alcanzó los 1,016,000 de barriles al cierre del 30 de septiembre.
Colocando en el mercado internacional unos 600 mil barriles diarios. Esto ha sido posible gracias a los esfuerzos conjuntos de los ingenieros, trabajadores y empresas privadas que colaboran con PDVSA para impulsar la producción.
El diputado resaltó el trabajo heroico de los trabajadores petroleros, quienes, a pesar de las condiciones adversas, han seguido adelante con los planes de crecimiento de PDVSA. Bajo la dirección de Delcy Rodríguez, vicepresidenta de Venezuela y ministra de Petróleo, la estatal petrolera ha adoptado un enfoque decidido para aumentar la producción y mejorar la capacidad de refinación. Parte de esta estrategia incluye la reactivación de los campos petroleros en el Lago de Maracaibo, una región clave para la producción de crudo mediano y liviano, que es fundamental para la refinación y la generación de gasolina en el país.
Además, Rodríguez mencionó que la industria está recibiendo inversiones extranjeras, lo que contribuye a los esfuerzos de PDVSA por aumentar la producción y garantizar la estabilidad de los pagos a sus proveedores. «Hay un esfuerzo enorme por reparar y seguir creciendo en la capacidad de refinación, y se está haciendo lo posible por superar las dificultades técnicas y operativas que enfrentamos, especialmente en el Lago de Maracaibo», comentó.
Perspectivas de crecimiento y recuperación económica
Rodríguez expresó optimismo sobre el futuro de la industria petrolera venezolana y de la economía en general. A pesar de las sanciones y las dificultades, observó que tanto dentro como fuera de la industria petrolera, el ambiente es positivo. Empresarios, comerciantes y sectores involucrados en la importación y exportación también muestran confianza en que el país está en la senda del crecimiento.
La meta de PDVSA es consolidar los avances logrados en la producción y seguir creciendo, con miras a alcanzar los dos millones de barriles diarios en los próximos años. Este crecimiento no solo contribuiría a mejorar la economía nacional, sino que también permitiría saldar las deudas pendientes con los trabajadores de la industria y mejorar los salarios en todo el país.
Finalmente, Rodríguez destacó el compromiso del gobierno con la recuperación económica, subrayando que el aumento de la producción de petróleo será clave para financiar los programas sociales y mejorar las condiciones de vida de los venezolanos. «El esfuerzo colectivo es visible, desde los trabajadores de los campos petroleros hasta los sectores empresariales, y todos están enfocados en sacar adelante al país», concluyó.
En resumen, el aumento del precio del crudo a nivel global, aunque progresivo, está beneficiando a Venezuela en su intento por superar las dificultades económicas, aumentar la producción petrolera y mejorar los salarios de los trabajadores.
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