Al menos cuatro estados tendrían a sus productores agrícolas y pecuarios declarados en emergencia por la vaguada que ya cumple quince días.
Pese a las promesas del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrológica (Inameh), las declaraciones de los representantes del ZODI y los esfuerzos y reuniones del ministro Ceballos, la producción de alimentos de los estados Táchira, Mérida, Zulia y Falcón podría jamás llegar a los mercados del país.
Alcaldes y productores de las zonas afectadas por las lluvias en todas estás entidades dan cuenta de la suma de factores desafortunados que podrían impulsar los precios de las alimentos en todo el país, sacando el «efecto Ucrania» pero sumado a la crisis de combustible.
«Tenemos 3000 hectáreas bajo agua y las reses ahogadas. Tampoco tenemos por donde sacar lo que se ha podido salvar. No nos dejaron hacer las reparaciones cuando lo pedimos y ahora no hay cómo resolver», señaló un productor zuliano del Sur del Lago que prefirió no identificarse.
Recordemos que, además del municipio Sucre afectado por el río Frío, se suman las tierras arrasadas por la falta de contención de los ríos Zulia y Chama.
Destacó que, aunque el ministro del Interior se reunió con ellos hoy y se esperan avances en, por ejemplo, el tema de la seguridad, extorsión y gasolina, las dimensiones de la inundación no permite hacer aún conteo de daños.
«Mientras siga lloviendo lo que viene es pérdida», destacó el productor.
Mañana estimarán gravedad de emergencia en Falcón
En cuanto a la zona falconiana década, el arrase de la vialidad rural es tan grave que la Federacion de ganaderos de Falcón (FEGAFALCÓN) están tratando de consolidar cifras para dar un número aproximado.
Según reportan productores de la zona a nuestra corresponsal Joanne López las pérdidas ocurridas en plantaciones son graves, pero las que pueden ocurrir en los próximos días por la imposibilidad de sacar la producción de queso, por ejemplo, amenazan con set catastróficas.
Hasta ahora, las estimaciones de los productores de Jacura – entre materiales y de cosecha – eran de US$ 80.000 en la primera semana.
Solo en lo que a plátanos se refiere, unas mil plantas ya no existen arrasadas por las precipitaciones.
Más allá de los daños a la producción, el recorrido realizado por nuestra corresponsal apunta a que el 80% de la vialidad rural del municipio ha sido arrasada por las lluvias y los estragos de la crecida del río El Chaparral.
«Unas 50 fincas fueron afectadas por las lluvias y ocho parceleros quedaron damnificados por la subida de las aguas», apuntaron los productores consultados.
Las cifras consolidadas después del 17 de abril, sin embargo, podrían ser mucho más graves que todo esto.
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