Las elecciones en Colombia dejan más preguntas que respuestas y una de ellas es el talante de la relación que tendrán el nuevo Presidente de Colombia con el mandatario venezolano.
José Gregorio Yépez/Mundo24
Muchos desencuentros marcan la relación de Gustavo Petro con Nicolás Maduro y muchas son las cosas que se han dicho ambos en los últimos tiempos y ahora falta saber cuáles ser´´an los caminos que tome esta relación.
¿Peor que con Duque? No pareciera ser ese el derrotero del corto de plazo.
Si el líder del Pacto Histórico es capaz de convocar a conversar a su “archienemigo político” Álvaro Uribe Vélez, a quien tiene “cerquita”, porque no entablar una relación de respeto con Maduro.
LOS ANTECEDENTES
Los ataques a Petro han tenido en la asociación con Maduro y a la crisis multidimensional que vive Venezuela una cara importante.
El exguerrillero fue hábil y marcó distancia de Miraflores lo que le valió los insultos de la cúpula del PSUV hasta llamarlo cobarde.
“Esa izquierda cobarde es una izquierda derrotada, fracasada. Una izquierda cobarde frente al imperialismo, frente a las oligarquías. Y entonces quieren ponerse un barniz para que las oligarquías los perdonen. Y lo peor de todo es que no los van a perdonar. Asumen la peor cara de antirrevolucionarios, de antibolivarianos”, dijo Maduro refiriéndose a Petro.
Después Diosdado Cabello aseguró que en algún momento “los martilló” para financiar su campaña electoral anterior.
Petro no se quedó callado.
“La imagen de Maduro no es de un líder de izquierda, es un integrante muy conservador de las facciones más regresivas de la política mundial que están tratando de defender que el mundo permanezca en una economía fósil”,dijo sobre el mandatario venezolano.
Y agregó: “Es un tipo que no ha sido capaz de desligar a Venezuela del petróleo, es una persona que está dentro de las dirigencias de la política de la muerte”.
REAL POLITIK
Gustavo Petro tras ser electo se comporta como un político y no como un picapleitos.
Debe estar a la altura de las circunstancias y conversa con el secretario de Estado de los Estados Unidos, Anthony Blinken y después con Joe Biden.
Tiene que lidiar con los acuerdos institucionales que dan luz verde a la presencia de marines en por lo menos siete instalaciones militares de gran calado en el territorio colombiano.
Se sabe que hay siete bases con militares estadounidenses activos en Colombia y son Palanquero, Apiay, Malambo Tres Esquinas, Tolemaida, Cartagena y Bahía Málaga.
Definitivamente ese es un problema mayor que los insultos que puedan haberse lanzado desde Miraflores, por eso Petro tomó teléfono y llamó a Maduro.
El presidente electo dijo que abriría la frontera y así lo declaró tomando la iniciativa y puso el tema sobre el tapete. Maduro respondió en buenos términos, como era de esperarse.
Los empresarios colombianos y venezolanos de la zona seguro aplaudirán esta decisión que asfixia los negocios en esta frontera que es de las más vivas de todo el continente.
Pareciera que Petro mide cada paso que da con Venezuela. No puede permitirse que la relación con su vecino le genere un costo político interno con una clase política herida que ya salió a cazarlo.
“Los cortés no quita lo valiente”, reza el dicho popular y los asuntos de Estado deben estar por encima de las diferencias personales entre los jefes de los estados.
Petro juega a esto. ¿Hasta cuándo? Esa historia está por escribirse.
No tenemos bolas de cristal, solo tenemos los pies planos para pisar tierra.
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