Los hermanos Duffer, creadores de Stranger Things se han dado a conocer por ser seguidores del terror clásico de los ochenta, recreándolo en cada uno de los episodios de la serie.
La cuarta temporada fue filmada en una antigua prisión nazi donde murieron más de 100 mil víctimas y que, ahora, se convertirá en Airbnb, generando indignación en la comunidad judía.
Se trata de la prisión de Lukiškės, en Lituania, en donde grabaron parte de los capítulos de la producción, en búsqueda de lograr un contexto oscuro y tétrico.
Este escenario representa una huella histórica dolorosa en la vida del pueblo lituano.
La prisión fue construida a inicios del siglo XX, por los años 1900, en 1940, en la Segunda Guerra Mundial.
Funcionó como centro de torturas y encarcelamiento de judíos, romaníes, y presos políticos que, en su mayoría, fueron asesinados durante la ocupación alemana y la masacre de Ponary.
Sin embargo, este no fue el único agravante en el que se vio envuelta la producción.
Netflix, y Airbnb tienen planeado convertirla en un hotel temático para los fanáticos deseos de recorrer las celdas y dormir en ellas.
Lee más con Mundo24: Película venezolana Azotes en llamas se estrena este jueves 16 de junio
El pueblo lituano afirma que Netflix se lucrará con el dolor de toda una nación, donde viven muchos de los sobrevivientes del Holocausto y sus descendientes.
En este contexto, la comunidad lanzó una petición en la que responsabiliza a “Stranger Things” y a la plataforma por tratar de borrar los agravios del Holocausto.
También demandaron ser compensados económicamente con las ganancias que genere la última temporada de la serie y el cierre de AirBnb.
Booking.com“El Holocausto no es para que la industria del entretenimiento genere riqueza y lo convierta en teatro. Es nuestro genocidio”, reclamaron.
