Las protestas comenzaron una semana atrás contra el alza del combustible, los medicamentos, los alimentos y el despilfarro público.
Líderes sindicalistas que participaron en una masiva protesta este martes (12.07.2022) en Panamá criticaron al presidente del país, Laurentino Cortizo, por su anuncio de medidas de austeridad para bajar el gasto público, como reducir 10% la planilla estatal, lo que -aseguraron- producirá despidos y «más hambre».
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Cortizo anunció el 11 de julio que congelaría el precio del combustible en 3,95 dólares el galón (3,78 litros). Ese anuncio se sumó a otro sobre la congelación del precio de 10 alimentos básicos. Además, el Ejecutivo informó que el consejo de gabinete (consejo de ministros) aprobó este martes «la instauración de un proceso de reducción del 10% de la planilla estatal y el inicio de un programa de retiro voluntario de servidores del sector público», entre otras medidas de austeridad.
«¿Sabe lo que es reducir la planilla estatal? Que todos esos panameños, el 10%, no sé cuántos son los que han metido ahí (en ese porcentaje) y todos los demás: van para la calle (despedidos). Eso es hambre», dijo a la agencia Efe Saúl Méndez, secretario general del sindicato de la construcción (SUNTRACS) -la principal industria de Panamá- que ha convocado para el 13 de julio una huelga de 24 horas.
El Gobierno de Cortizo «tiene que entender que no puede seguir gobernando para los ricos que les financiaron la campaña. ¿Y al pueblo que vota por ustedes, así es cómo le pagan? ¿Dándole mayor desgracia (social) que la que ya se tiene?», cuestionó Méndez y aseguró que, debido a ello, la población se ha movilizado en todo el país y está en las calles exigiendo «propuestas concretas» para abaratar el costo de la vida y aprobar un aumento general de salarios.
La protesta de este martes es una de las más masivas desde que, hace más de una semana, comenzaron las manifestaciones contra el alza del combustible, los medicamentos, los alimentos y el despilfarro público.
Los grupos de manifestantes -entre ellos indígenas, estudiantes, obreros y docentes- llegaron hasta los predios de la Asamblea Nacional (Parlamento) de manera pacífica. Un reducido grupo de universitarios intentó derribar un enrejado que establecía un perímetro de seguridad alrededor de la sede del Congreso, pero no llegó a mayores y no se produjo ningún enfrentamiento con la Policía, que se mantuvo a una distancia prudente. En varias provincias del país se dieron también manifestaciones y marchas para demandar del Gobierno medidas más concretas y «reales» para enfrentar la crisis económica.
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