Enemecio Antonio Sánchez Piñero ya ni se voltea cuando en la calle lo llaman por su nombre de pila.
En cambio si lo citan por su alter ego, el Gabán Tacateño, lo llena siempre de mucha alegría “porque muestra que, a pesar de mis 81 años, la gente me reconoce todavía”.
En un género de música criolla nada fácil, este caballero todavía muestra la vitalidad y destreza de su época de juventud.
Prueba de ello fue su reciente presentación, durante el merecido homenaje que le hicieron la Asociación Venezolana de Intérpretes y Productores de Fonogramas (Avinpro) y la Casa del Artista en Caracas.
—¿Cómo se sintió ese día?—No sólo se reconoce a mi persona sino al golpe tuyero, que hoy más que nunca está vigente en el país con practicantes de diferentes edades. Te digo que existe una gran generación de relevo y muy buena. Hay bastante gente, entre cantantes y arpistas, que no llegan a los 50 años y están dando de qué hablar.
—Son muchos los premios en sus casi seis décadas de carrera.
—Es verdad, pero lo más importante es haber puesto a bailar a una buena parte de la población venezolana con mi música mirandina.
—¿Qué es lo más difícil en el golpe tuyero?—Lo más difícil es ser buen maraquero porque a la vez tienes que cantar y bailar sin perder el ritmo. Además, improvisar es muy arrecho porque hay que tener agilidad mental, chispa y tener una buena preparación cultural.
—En cuánto a la enseñanza, ¿hay buenos maestros?—Sí, ¡como no! Hay en especial una escuela llamada Sabores de Venezuela, en Charallave, donde se pulen los muchachos desde los 12 años y que muestran gran destreza.—¿Usted también difunde este género por radio?
.—Es importante siempre tener un espacio donde difundamos nuestros valores. De ahí que en Radio Nacional de Venezuela tengo 15 años colocando al golpe tuyero y, en general, la música llanera en mi espacio El Fiestón Tuyero.
Si ustedes quieren escucharme, sintonicen los domingos de 12 del mediodía a 2:00 de la tarde por señal abierta. Fíjate que me escuchan en 82 ciudades de Venezuela. Sin embargo, yo empecé a trabajar en la radio en 1974 en Radio Valles del Tuy. De ahí me vine a las emisoras de Caracas.
—¿Y como surge el nombre artístico Gabán Tacateño?—En 1964. Para poderme carnetizar como músico tenía que ponerme un nombre artístico. Un día me preguntaron de dónde era y yo les dije que soy de Tácata y de ahí surgió el nombre del Gabán Tacateño.
—¿Cómo recuerda a Chávez?—Me tomaba mucho en cuenta porque me decía que era un viejo que sabía mucho y siempre me apreciaba. Nunca pensé que me iba a regalar un apartamento cuando, en un encuentro en Baruta, yo llegué a cantarle y me dijo que le improvisara un verso. Le canté: ‘estimado Comandante, yo quiero que usted me entienda, que este Gabán Tacateño también quiere una vivienda’.
La sorpresa es que me dio el apartamento. Luego seguimos manteniendo la amistad.—¿Todavía le deben carro?—Sí. Yo le he pedido al presidente Maduro que me consiga un carro, pero no regalado. Yo lo quiero pagar, poco a poco, pero lo pago. No lo quiero para rumbear. Lo necesito para trabajar.
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