En el sur de China, permaneció cerrado por tercer día consecutivo e impuso medidas restrictivas a los residentes, Unos 80.000 turistas confinados después de que fuera declarado destino turístico, un foco de COVID-19 el sábado pasado.
Paola Rondon, redacción Mundo24.
El gobierno de la isla decidió tomar estas medidas luego del aumento constante de casos positivos.
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El viernes experimentó un fuerte aumento, de 24 casos confirmados a 127 en poco más de un año.
Desde principios de este mes -el pico de la temporada turística en Sanya- se han registrado 983 contagios.
Lo que ha provocado la cancelación de todos los vuelos y billetes de tren desde la ciudad.
Turistas deben presentar PCR
Las autoridades dijeron que los turistas que quieran abandonar el área deberán dar negativo a través de cinco pruebas PCR dentro de los siete días.
En el aeropuerto de la ciudad, cientos de personas intentaron sin éxito regresar a casa, muchas de las cuales temían que la educación de sus hijos se retrasara.
Otros viajeros se quejaron de que el costo de una estadía más larga era demasiado.
Como resultado, y a pedido de las autoridades, los hoteles tuvieron que reducir a la mitad los precios para los clientes durante el confinamiento debido a la gran cantidad de turistas varados en Sanya.
Sin embargo, según algunos medios locales, algunos visitantes se sintieron molestos al ver cuadruplicado el precio de sus boletos.
Algunos hoteles y moteles han indicado que esto es culpa del corredor y que solo pueden cambiar el precio en su sitio web.
China mantiene una estricta política de tolerancia cero con el coronavirus.
Lo que le ha permitido propagarse en varios brotes desde que comenzó la epidemia a través del confinamiento.
El cierre casi total de todas sus fronteras, aunque la aparición de la variante omicron ha puesto en jaque a esta estrategia.
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