Gustavo Petro, al borde del llanto, lo llamó durante la toma de posesión presidencial de la Unidad Nacional.
Paola Rondon, redacción Mundo24.
“El fin de la división que enfrentamos como pueblo, porque yo como pueblo, porque no quiero dos colombianos”.
Es hora de «romper nuestras diferencias ideológicas para trabajar juntos lo que nos une y es mucho más grande que lo que nos divide».
Tomando su enfoque básico para la unificación, Pietro no atacó a nadie ni llamó a los opositores «mentes diferentes», sino que propuso un gran pacto nacional para Colombia en el futuro.
La forma de lograrlo será a través del diálogo.
“La sociedad en su conjunto debe tener un diálogo para que no nos mate”. Enfatizó repetidamente que el camino hacia la paz sería la clave para la paz.
“Diálogo entre todos los pueblos desarmados”, y sugiere que los desarmados los dejen y disfruten de los legítimos beneficios de la paz.
Frente a un país desolado por seis décadas de guerra civil
Petro asumió diez compromisos, y la paz y la lucha contra el cambio climático estuvieron en el centro de su discurso como 108º Presidente de la República.
El nuevo presidente colombiano declaró la fuerza contra la guerra contra las drogas, que «fracasó rotundamente, porque la mafia se fortalece y debilita el Estado».
Pero dejó la solución al problema en el punto muerto de una conferencia internacional sobre drogas y en consulta con Naciones Unidas.
Gustavo Petro prometió liderar el cambio de los combustibles fósiles a las energías renovables y pidió a otros países latinoamericanos.
Argumentó en contra de la urgencia de enfrentar el cambio climático frente a la Plaza de Bolívar repleta de fervientes simpatizantes, “no como diga la izquierda o la derecha, como dice la ciencia”.
En una hipotética posición para liderar América Latina, Gustavo Petro ha propuesto al Fondo Monetario Internacional un canje de deudas.
Anunciar reforma tributaria por dinero que podría brindar educación de calidad a niños y jóvenes en toda Colombia.
Sólo así, dijo, “conseguiremos una sociedad del conocimiento basada en la reducción de las desigualdades que existen en la sociedad”.
Dijo que los impuestos de la próxima reforma tributaria serán pagados por quienes puedan pagarlos, y no será con fines políticos sino por las prioridades de educación y salud.
Destacó la necesidad de avanzar hacia una sociedad del conocimiento, “no es una utopía, sino países que son más pobres que lo que hicimos y decidimos invertir en educación”, dijo.
Sin embargo, la paz fue el punto principal de su discurso inaugural, junto con la espada que Bolívar usó en las ceremonias oficiales.
Prometió al pueblo» obedecer la Constitución y las leyes de Colombia. En el frente de la seguridad, prometió combatir las causas de la violencia y «reprimir las organizaciones criminales».
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