Los incendios forestales en Canadá han causado un impacto considerable en la calidad del aire en el noreste de los Estados Unidos.
Desde el Servicio Meteorológico Nacional, se alerta que el humo continúe afectando a regiones que van desde los Grandes Lagos hasta el Atlántico Medio con una calidad del aire reducida. La exposición prolongada a la bruma puede causar una serie de problemas de salud, tales como pulso elevado, dolor en el pecho e inflamación en los ojos, la nariz y la garganta.
Las principales ciudades afectadas son Nueva York y Washington, las cuales amanecieron este viernes con una moderada calidad del aire.
Aunque las condiciones han mejorado, la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, declaró que la alerta se redujo a «código naranja», con una calidad del aire no saludable para grupos sensibles.
El humo ha afectado a unos 75 millones de personas en los últimos días, con cifras de contaminación registradas en décadas.
Se espera que este viernes la mala calidad del aire afecte a varias ciudades del sur de Estados Unidos como San Luis, Misuri y Louisville.
Además de la afectación a la calidad de aire, el número de incendios activos en Canadá que ha quemado 3,8 millones de hectáreas de bosque y vegetación desde enero, es una cifra muy superior a la media de la última década, que había sido de 250 000 hectáreas.
Las autoridades canadienses han afirmado que el país se está preparando para su peor temporada de incendios forestales.
Es importante destacar que el fenómeno actual de incendios forestales en Canadá y su impacto en la calidad del aire también están vinculados a la crisis climática que enfrentamos actualmente.
Históricamente, el número de incendios forestales en Canadá ha sido menor que el que se registra actualmente. Además, los efectos del cambio
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