El mole es uno de los platillos más emblemáticos de la gastronomía mexicana, es conocido por su complejidad de sabores y su historia.
María Mujica/Mundo24
El mole mexicano es un platillo que se originó durante la época prehispánica, que ha evolucionado a lo largo de los siglos para convertirse en una deliciosa mezcla de sabores y especias.
Existen varios tipos de mole mexicano, pero el más conocido es el poblano, que se originó en el estado de Puebla.
El mole poblano es un platillo que se hace con una mezcla de chiles, especias, frutos secos y el ingrediente más impresionante, chocolate. Por eso el color característico de la preparación
Sin embargo, la receta puede variar según la región y la familia que la prepare. En general se requiere una gran cantidad de tiempo y habilidades para crear la mezcla de sabores que la caracterizan.
El mole se sirve tradicionalmente con pollo o guajolote (pavo), y se acompaña con arroz y tortillas. El sabor es muy complejo, con notas dulces, saladas y picantes que se unen para generar una experiencia culinaria única.
El origen se remonta a la época prehispánica, antes de la llegada de los españoles a México.
Los pueblos indígenas utilizaban una mezcla de chiles, especias y otros ingredientes con la intención de producir salsas para acompañar sus alimentos.
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Con la llegada de los españoles, introdujeron nuevos ingredientes, como el chocolate y las almendras.
El mole mexicano es un platillo que combina historia y sabor, su complejidad e importancia cultural lo convierten en uno de los platillos más emblemáticos de la gastronomía mexicana.
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