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Una decisión sin precedentes ha sido tomada en el caso de la teniente del Ejército, Elinés María Olivero Turmero, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado en un dormitorio del 512 Batallón de Infantería de Selva G/D Tomás de Heres, en Tumeremo, estado Bolívar. Tras la presión de la familia y sus allegados, quienes no creen en la versión oficial de un suicidio, las autoridades han autorizado la realización de una nueva autopsia.
La comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), encargada del caso, ha trasladado el cuerpo de la teniente Olivero Turmero hacia la sede del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf) del estado Anzoátegui, ubicada en Barcelona. Esta medida ha sido posible gracias al trabajo conjunto entre la Defensoría del Pueblo en Anaco y el Fiscal Superior de la entidad, quienes han escuchado las demandas de justicia de la familia.
Con esta nueva autopsia, las autoridades esperan proporcionar respuestas concretas a los familiares y aclarar las circunstancias en las que la teniente perdió la vida. La versión oficial de su suicidio ha sido cuestionada por sus seres queridos, quienes exigen que se haga justicia.
Este giro en el caso ha despertado un gran interés en la opinión pública, ya que pone en tela de juicio la veracidad de la versión inicial. La incertidumbre y la búsqueda de respuestas han llevado a los medios de comunicación a seguir de cerca este proceso, el cual promete arrojar luz sobre el misterio que rodea la muerte de la joven teniente.
El deseo de la familia por una nueva necropsia y su lucha por demostrar que hubo más de lo que aparenta ha despertado la solidaridad de la comunidad, quienes se mantienen a la expectativa de los resultados de esta exhaustiva investigación.
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