La situación educativa en Venezuela sigue causando estragos, y esta vez, la indignación alcanza su punto máximo. A pesar de las declaraciones triunfalistas de la ministra chavista de Educación, Yelitze Santaella, el nuevo año escolar ha comenzado en medio de un escándalo sin precedentes.
Más de ocho millones de niños y adolescentes venezolanos han sido literalmente abandonados en el suelo, ya que la falta de pupitres se ha convertido en una cruda realidad en el país. En vez de ver a niños emocionados sentados en aulas cómodas y estimulantes, las imágenes y videos que se han viralizado en las redes sociales muestran una triste realidad: estudiantes intentando aprender en un entorno inhumano.
Las autoridades afirman que los planteles educativos han sido «totalmente rehabilitados de manera integral», pero la verdad es que miles de escuelas siguen en condiciones deplorables. Desde Caracas hasta el estado Sucre, los jóvenes venezolanos intentan seguir sus clases sentados directamente en el suelo. ¿Dónde quedó la promesa de una educación de calidad?
Esta situación no puede ni debe ser ignorada. Los niños y adolescentes merecen un ambiente adecuado para aprender y desarrollarse. Es hora de que las autoridades tomen acciones reales y efectivas para garantizar una educación digna para todos los venezolanos. ¡Basta de promesas vacías y falta de compromiso!
La educación es el futuro de una nación, y si no cuidamos y protegemos a nuestros estudiantes, estaremos condenando a todo un país al fracaso. ¡Es hora de alzar la voz y exigir soluciones concretas! No podemos permitir que los sueños y esperanzas de toda una generación se desvanezcan en el frío y duro suelo. ¡Es tiempo de tomar acción!
