En un inusual y significativo giro de los acontecimientos, Estados Unidos está presionando a la administración de Nicolás Maduro para aliviar ciertas sanciones a cambio de permitir la participación de María Corina Machado, una influyente líder opositora, en las próximas elecciones en Venezuela.
Machado, quien goza de un sólido apoyo tanto dentro como fuera del país, lidera las encuestas de intención de voto a pesar de la férrea oposición del influyente Diosdado Cabello, uno de los pilares del régimen chavista.
El acuerdo que se espera firmar el 17 de octubre en Barbados establecerá garantías para unas elecciones presidenciales en Venezuela programadas para 2024, con el objetivo de que sean competitivas y cuenten con supervisión internacional.
Una de las condiciones del acuerdo implica levantar las inhabilitaciones que afectan a candidatos de la oposición, incluyendo a María Corina Machado. Aunque no se ha especificado un plazo concreto para esta acción, el acuerdo también contempla la observación internacional y acceso a medios internacionales durante las elecciones.
En contraposición, Diosdado Cabello ha expresado una fuerte oposición a la participación de Machado en las elecciones, lo que subraya las tensiones dentro del régimen chavista.
Este acuerdo marca un posible cambio en la dinámica política venezolana y sugiere un deshielo en las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela. Además, pone de manifiesto la creciente influencia de María Corina Machado en el panorama político venezolano y su posición de liderazgo tanto en el país como en la comunidad internacional.
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