En un giro sorprendente en la política internacional, el Gobierno de Estados Unidos y la administración de Nicolás Maduro han acordado firmar un acuerdo que podría aliviar algunas de las sanciones a la industria petrolera venezolana.
El pacto, que se espera sea oficializado el próximo 17 de octubre en Barbados, está diseñado para establecer garantías que permitan elecciones presidenciales competitivas y con supervisión internacional en Venezuela, programadas para 2024.
Según fuentes cercanas al acuerdo, la parte venezolana ha aceptado, entre otras condiciones, iniciar un proceso para levantar las inhabilitaciones que afectan a candidatos de la oposición, incluyendo a figuras destacadas como María Corina Machado.
Aunque no se ha especificado un plazo concreto para esta acción, el acuerdo también contempla la observación internacional y acceso a medios internacionales durante las elecciones del próximo año. No obstante, aún no está claro si la liberación de presos políticos forma parte de este pacto.
En el lado estadounidense, no se planea la descongelación de activos venezolanos en Estados Unidos, pero el acuerdo podría incluir una licencia general que permitiría a la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) reanudar sus negocios con Estados Unidos y otros países.
Las fuentes han señalado que Estados Unidos establecerá un límite de tiempo para cualquier alivio de las sanciones, con la posibilidad de revertirlo si el gobierno de Maduro no cumple con los términos del acuerdo.
Este desarrollo es parte de las conversaciones directas que comenzaron el año pasado entre funcionarios de Estados Unidos y representantes de Maduro.
Cabe destacar que la administración Biden ya había aliviado algunas restricciones que afectaban a Chevron, una de las principales petroleras estadounidenses con activos en Venezuela. Además, se han liberado a varios presos con nacionalidad estadounidense del lado venezolano.
Un punto significativo de este acuerdo es la apertura para habilitar a María Corina Machado y otros candidatos de la oposición a participar en las elecciones.
Esta noticia marca un posible cambio en la dinámica política venezolana y sugiere un deshielo en las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela.
