El presidente Nicolás Maduro ha anunciado su compromiso de enviar más de 30 toneladas de «generosa» ayuda humanitaria a la Franja de Gaza en medio del conflicto en la región. Mientras el mandatario venezolano hace esta promesa, miles de venezolanos enfrentan desafíos significativos en su propio país, incluyendo la escasez de alimentos y servicios básicos.
Maduro, en una conversación con el presidente de la Autoridad Nacional de Palestina, Mahmoud Abbas, denunció las acciones de Israel en Gaza, acusando al país de violar el Derecho Humanitario Internacional y los acuerdos internacionales. Ambos líderes exigieron un cese al fuego y el establecimiento de un canal humanitario para ayudar a la población afectada.
La promesa de ayuda humanitaria de Maduro se produce en un momento en que Venezuela enfrenta una crisis económica y humanitaria, con ciudadanos luchando por encontrar alimentos y medicamentos. Muchos venezolanos se enfrentan a la difícil elección entre comprar alimentos o medicamentos, ya que no pueden permitirse ambos debido a la inflación desenfrenada.
Aunque el comunicado no detalla la logística de envío de la ayuda humanitaria, la administración de Maduro asegura que es parte de un plan de apoyo constante al pueblo palestino a través de canales humanitarios establecidos. Los críticos ven este anuncio como una estrategia para mejorar la imagen de Maduro en medio de la crisis interna que enfrenta su gobierno.
El comunicado también hace un llamado al «restablecimiento de la legalidad internacional» y pide a la ONU y a la comunidad internacional garantizar el cumplimiento de esa legalidad para consolidar el Estado Palestino. Los críticos sostienen que Maduro debería centrarse en abordar la situación en Venezuela antes de comprometer recursos en el extranjero.
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