Los ciudadanos de Venezuela han experimentado una montaña rusa de emociones a lo largo de los años, desde la esperanza hasta la desesperanza.
Durante las dos décadas del régimen chavista, han pasado por ciclos de ilusión, incredulidad, miedo, enojo, lucha y desilusión.
Se decía comúnmente que la mayoría de los venezolanos estaban más preocupados por sobrevivir en medio de la crisis diaria que por buscar un cambio político.
Sin embargo, los recientes acontecimientos han sorprendido a muchos, incluido el propio chavismo.
La sorpresa llegó con la alta participación en las primarias de la oposición celebradas el pasado domingo.
Estas elecciones, organizadas de manera manual y a las que algunos dudaban, atrajeron a dos millones de votantes en Venezuela y en el extranjero.
Esto demostró que los ciudadanos no estaban anestesiados políticamente, y el chavismo respondió con una investigación judicial contra los organizadores de las primarias, considerándolas una amenaza.
Venezuela es conocida por su capacidad de pasar de la inacción a la actividad política en cuestión de días.
En los últimos días, se han reanudado las negociaciones entre el chavismo y la oposición, se acordó la celebración de elecciones presidenciales en 2024 con observación internacional, Estados Unidos anunció la eliminación de sanciones al petróleo y el gas venezolanos, el chavismo liberó a cinco presos políticos y la oposición celebró exitosas primarias autogestionadas.
Estos acontecimientos, que en otros lugares serían grandes noticias por separado, se suman en Venezuela, creando un panorama informativo sobrecargado. Pero en el caso de Venezuela, la cautela es necesaria.
El chavismo ha acordado permitir la celebración de las primarias, pero ha establecido una línea roja al no permitir que María Corina Machado, una política con amplio apoyo popular, sea candidata en las elecciones presidenciales.
La estrategia
La estrategia de la oposición ahora se centra en exigir la rehabilitación de los derechos políticos de todos los ciudadanos, aunque reconocen que es poco probable que el presidente Maduro permita que Machado se inscriba como candidata.
Ante esta situación, dos escenarios se perfilan: uno en el que la oposición elige a otro candidato de unidad si Machado decide retirarse, y otro en el que la oposición sigue exigiendo su participación a toda costa.
Cualquiera de estos escenarios podría llevar a tensiones políticas y aumentar la presión sobre el Gobierno.
El futuro de Venezuela sigue siendo incierto. La oposición deberá tomar decisiones importantes en las próximas semanas, y la unidad será fundamental.
La fragmentación entre las fuerzas políticas podría favorecer al chavismo en las elecciones.
El hecho de que María Corina Machado, una figura política de línea dura, haya surgido como líder de la oposición añade complejidad a la situación, ya que algunos actores internacionales y partes del bloque opositor no están entusiasmados con su enfoque.
En medio de estos cambios, el chavismo parece estar nervioso.
La investigación penal de las primarias es un obstáculo inmediato para la oposición, y se plantea si habrá más imputaciones por parte del régimen.
La situación en Venezuela es fluida y puede haber más sorpresas en el horizonte. Sin embargo, la primera victoria de la oposición en las primarias demuestra que, a pesar de los años de adversidades, el pueblo venezolano mantiene su capacidad de movilización y resiliencia, y ahora se vislumbra un atisbo de esperanza en el horizonte político del país.
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