Según un informe del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), varios precios de alimentos en Venezuela han experimentado aumentos significativos, superando las estimaciones globales del Banco Mundial (BM) para la inflación de alimentos.
El BM informó que la inflación anual de alimentos en Venezuela alcanzó el 318,1%, colocándola junto a Argentina (150,1%) como una de las naciones con inflación alimentaria extrema en el mundo.
El director del Cendas-FVM, Óscar Meza, destacó que durante el mes de septiembre, los precios de los alimentos aumentaron en un 369,29% en comparación con el mismo mes del año anterior. Además, Meza enfatizó que estos incrementos de precios no se deben a la especulación por parte de los productores agrícolas, sino a la falta de servicios públicos en el interior del país y la falta de acceso al crédito.
El sector agrícola se ve afectado por la escasez de electricidad, agua y combustible, la mala calidad de las carreteras y la corrupción en el transporte de productos desde las regiones productivas hasta Caracas.
Además, varios productos básicos consumidos por los venezolanos, como el queso (602,27%), tomates (628,02%), avena (511,9%), arroz (335,06%), harina de trigo (375,63%), jamón (477,49%), bistec (404,51%), chuleta (358,82%), atún fresco (486,08), ahuyama (640,27%) y parchita (778,02%), registraron aumentos superiores a las estimaciones del BM.
Aunque la situación no se clasifica como hiperinflación, que generalmente ocurre cuando la inflación supera el 500%, Meza advirtió que el aumento de los precios de los alimentos agrava el malestar social ya existente debido a la devaluación de la moneda, la inseguridad y la precariedad de los servicios públicos.
Esta problemática económica refleja la compleja situación que enfrenta Venezuela en la actualidad.
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