El Estado Mayor Contra el Contrabando, en sesión con el Consejo Nacional de Economía Productiva, ha emprendido una estrategia para combatir el creciente ingreso ilegal de carne porcina en Venezuela. Esta práctica ilícita pone en peligro alrededor de 100,000 empleos directos e indirectos en toda la cadena de producción, procesamiento y comercialización, además de representar un riesgo potencial para la salud pública.
Aunque las autoridades no han proporcionado cifras exactas, se estima que grandes cantidades de carne porcina están entrando al país diariamente, principalmente a través de la frontera del estado Táchira. Este producto, que carece de los permisos sanitarios necesarios, presenta un peligro para la salud de los venezolanos.
Los esfuerzos del Estado Mayor también están dirigidos a frenar la entrada de carne porcina procedente de Estados Unidos y Canadá, países que han estado utilizando prácticas de dumping para deshacerse de excedentes de producción. Esta carne, que a menudo carece de identificación legal y puede tener hasta dos años de almacenamiento, está ingresando al país sin cumplir con los estándares sanitarios ni de cadena de frío.
El contrabando no solo afecta a la economía nacional al eludir impuestos y cargas fiscales, sino que también amenaza la viabilidad de los productores locales. A pesar de que Venezuela cuenta con capacidad suficiente para satisfacer la demanda interna de carne de cerdo, la entrada ilegal está socavando el mercado nacional y generando una competencia desleal.
Las autoridades han identificado que estos cargamentos de carne de cerdo también ingresan al país a través de esquemas «puerta a puerta» en los puertos, evitando así los controles sanitarios. Esto plantea un riesgo adicional para la salud pública, ya que estos productos podrían no cumplir con los estándares de seguridad alimentaria.
En respuesta a esta crisis, el Estado Mayor Contra el Contrabando está trabajando en estrecha colaboración con el Gobierno y los productores locales para implementar medidas efectivas que detengan esta entrada ilegal de carne porcina y protejan tanto los empleos como la salud de los venezolanos.
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