El jueves, un terremoto moderadamente fuerte sacudió el centro de Turquía, causando daños en algunos edificios, según la agencia de gestión de desastres del país. Afortunadamente, no se reportaron muertos ni heridos graves de inmediato.
El sismo de magnitud 5,6 tuvo lugar en Sulusaray, provincia de Tokat, a unos 450 kilómetros al este de Ankara, la capital. Se sintió en provincias cercanas como Yozgat, donde un edificio de dos pisos se derrumbó. En la aldea de Bugdayli, cerca de Sulusaray, varias casas y graneros resultaron dañados.
El gobernador de Tokat, Numan Hatipoglu, informó sobre los daños en la zona, donde se registraron dos terremotos adicionales de magnitud 4,7 y 4,1 antes del temblor principal. Residentes como Gazi Ay, de Turhal, describieron la experiencia como aterradora.
Turquía es propensa a los terremotos debido a su ubicación sobre fallas activas. En el año pasado, un terremoto devastador de magnitud 7,8 afectó el sur del país y Siria, cobrando la vida de más de 59.000 personas.
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