Después de dos años de conflicto en Ucrania, las tensiones entre Estados Unidos y Rusia han aumentado debido a la acusación de que Rusia utilizó armas químicas, específicamente cloropicrina, contra las fuerzas ucranianas. Esta acusación ha desencadenado una controversia ya que, de ser cierta, significaría una clara violación de la Convención sobre Armas Químicas.
Además, se ha revelado que Rusia ha empleado agentes químicos antidisturbios, como gases lacrimógenos, como táctica de guerra en Ucrania, lo cual también infringe la mencionada convención, según informó el Departamento de Estado.
«El uso de estas sustancias químicas no es algo aislado», destacó el Departamento de Estado, señalando que hay sospechas de que Moscú utiliza este tipo de armas para debilitar a las fuerzas ucranianas y avanzar en el conflicto.
La comunidad internacional se encuentra en alerta ante estas denuncias y se espera que se tomen medidas para garantizar el respeto a las leyes internacionales en el conflicto en Ucrania.
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