Según un análisis de la firma Argus, la producción petrolera promedio de Venezuela experimentó una caída de 30,000 barriles en el mes de marzo, ubicándose en 850,000 barriles por día al cierre del mes pasado. Esto representa una disminución significativa con respecto a febrero, cuando la extracción alcanzó los 880,000 barriles por día.
A pesar de esta caída, los datos revelan que la producción petrolera en Venezuela se mantiene consistentemente por encima de los 800,000 barriles por día, un indicio de recuperación que, aunque no es suficiente ni rápida, parece estar consolidándose.
Venezuela, a pesar de sus altas reservas de petróleo, sigue siendo un contribuyente menor en el mercado global de crudo. Esto se da en un contexto en el que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados buscan regular la oferta para mantener los precios elevados.
En marzo, la producción de crudo de la OPEP+ superó nuevamente el objetivo, con países como Irak y Kazajstán excediendo sus compromisos. Venezuela y Irak fueron los únicos países que reportaron disminuciones en la producción dentro del grupo.
Aunque Venezuela no está sujeta a cuotas de producción según los acuerdos de la OPEP+, otros miembros de la alianza sí lo están. En marzo, la producción de estos países aumentó, dejando a la alianza por encima de su objetivo.
La OPEP+ ha estado reduciendo la producción desde noviembre de 2022 para equilibrar el mercado del petróleo. Sin embargo, en enero de este año, varios miembros acordaron nuevos recortes que se extenderán hasta finales de junio.
Mientras tanto, la producción petrolera de Rusia también ha experimentado un aumento, alcanzando 9.44 millones de barriles por día en marzo, cerca de su objetivo establecido. Los recientes ataques con drones han afectado la capacidad de refinación del país, lo que ha impulsado las exportaciones de crudo ruso a niveles máximos en 11 meses.
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