John Doe, el seudónimo de la fuente que filtró en forma anónima los documentos de la investigación conocida como Panamá Papers, accedió a su primera entrevista bajo extremas medidas de seguridad.
Se la dio a los dos periodistas alemanes a los que les había filtrado, en 2015, los más de 11,5 millones de documentos del estudio panameño de Mossack Fonseca, conocido como »Panamá Papers». Esos archivos expusieron a la luz pública, como nunca antes, los manejos offshore por parte de funcionarios, políticos, empresarios, deportistas, artistas y celebrities de todo el mundo, que buscaron ocultar sus fortunas lejos de los ojos del fisco.
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Con ese volumen gigantesco de 2,6 terabytes de documentos y correos electrónicos internos en sus manos, Frederik Obermaier y Bastian Obermayer probablemente no llegaron a dimensionar el impacto que finalmente tuvieron, y que siguen teniendo.
Sin embargo, estos dos periodistas alemanes que entonces trabajaban en el Süddeutsche Zeitung (SZ) vislumbraron sus posibles implicancias en decenas de países y se contactaron con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ). Esta organización con sede en Washington los compartió con 376 periodistas socios -entre ellos, tres de Infobae– de más de 100 medios en 76 países. Fue la mayor colaboración periodística global de la historia, inédita hasta entonces.
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