Hace 777 días desde que comenzó la guerra en Ucrania, Rusia ha atacado dos instalaciones energéticas en el sur del país, dejando a miles de ucranianos sin electricidad. El ejército de Kiev lamentó estos bombardeos, que resultaron en dos heridos.
Estos nuevos ataques ocurrieron poco después de que el presidente Volodimir Zelenski advirtiera que Ucrania perdería la guerra si no llegaba la ayuda militar estadounidense, bloqueada en el Congreso de Estados Unidos desde hace meses.
Con más de dos años de invasión, Rusia intensifica sus ataques sobre Ucrania, especialmente en la ciudad de Járkov, la segunda más grande del país, que vive aterrorizada por los bombardeos.
Mientras tanto, en medio de un estancamiento en el Congreso estadounidense sobre la aprobación de más armas para Ucrania, EE. UU. advirtió que los avances territoriales rusos podrían desequilibrar la situación en Europa de manera inaceptable. El subsecretario de Estado, Kurt Campbell, aseguró que no se quedarán de brazos cruzados.
China, por su parte, ha rechazado cualquier crítica o presión sobre su relación con Rusia, después de que el presidente Xi Jinping expresara su disposición a fortalecer la coordinación con Moscú durante la visita del ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov.
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