El presidente francés, Emmanuel Macron, ha llevado a cabo un significativo acto simbólico en Bergerac, Dordoña, al colocar la primera piedra de una nueva fábrica de pólvora para explosivos. Posteriormente, se reunirá con representantes de empresas de defensa en un esfuerzo por relanzar la industria y concienciar sobre la importancia de rearmarse, en respuesta a la amenaza rusa y a un contexto geopolítico cada vez más complicado.
Macron aboga por una «economía de guerra» que implica una mayor inversión en armamento. El gobierno francés ha incrementado el presupuesto militar en 400.000 millones en cuatro años y ahora busca relocalizar la producción de material de defensa en Francia. Este rearme es considerado necesario dadas las circunstancias geopolíticas actuales, donde el gasto militar está en aumento en Europa debido a la rearme ruso.
La invasión en Ucrania ha revelado la falta de capacidad de Europa para enfrentar una gran guerra, lo que ha llevado a un aumento en la demanda de armamento. Francia defiende una independencia estratégica para hacer frente a los desafíos actuales, y busca aumentar la producción de armas y acelerar su proceso. La construcción de la nueva fábrica de pólvora representa un paso importante en este sentido.
Macron ha advertido sobre el endurecimiento de posturas por parte de Rusia y ha hecho hincapié en la importancia de no permitir una situación de debilidad en Europa que pueda ser aprovechada por Moscú. .
En este contexto, Macron ha instado a acelerar la producción de armamento a gran escala y ha tomado medidas para asegurar que las empresas cumplan con los requisitos de producción necesarios.
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