Jorge Glas, quien trabajó como vicepresidente de Ecuador durante el gobierno de Rafael Correa, ha iniciado una huelga de hambre en prisión. Esta decisión llega después de su detención por la Policía el viernes pasado, cuando se encontraba en la Embajada de México buscando asilo, confirmado por su abogada Sonia Vera.
Vera comunicó a través de redes sociales que el equipo legal de Glas logró contactarlo en La Roca, una cárcel de máxima seguridad en Guayaquil. El lunes pasado, Glas fue hospitalizado de emergencia debido a una supuesta sobredosis de medicamentos o por negarse a comer, según informes policiales.
En una videoconferencia compartida por su abogada, Glas afirma que fue golpeado por los policías que lo detuvieron, impidiéndole mantenerse en pie mientras le leían sus derechos. Según él, todo fue grabado por las cámaras de seguridad de la embajada mexicana.
Glas agradeció al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, por el asilo otorgado, que le dio dignidad a pesar de no proporcionarle libertad. Se encontraba en la embajada mexicana en Quito desde diciembre y solicitó asilo al considerarse un perseguido político.
El exvicepresidente tenía órdenes de regresar a la cárcel por acusaciones de peculado y otros delitos. La invasión de la embajada por la policía ecuatoriana llevó a México a romper relaciones diplomáticas con Ecuador y plantear una denuncia ante la Corte Internacional de Justicia.
La Organización de Estados Americanos y la comunidad internacional condenaron la entrada forzada a la embajada. Ecuador fue el único país en oponerse a la resolución de la OEA, argumentando que México infringió la Convención de Asilo Diplomático.
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