Este martes, fuentes policiales afirmaron que el ataque con cuchillo cometido por un adolescente en una iglesia cristiana en Sidney, en el que resultaron heridos un obispo y un sacerdote, fue considerado «un acto terrorista».
La comisaria de Policía del estado australiano de Nueva Gales del Sur, Karen Webb, declaró que el atacante actuó con cierto grado de premeditación al dirigirse a la iglesia asiria del Buen Pastor en el distrito Wakeley. Aunque el adolescente de 16 años no estaba en ninguna lista de vigilancia terrorista, las autoridades investigarán si tenía conexiones con otros extremistas.
La agencia de inteligencia doméstica australiana (ASIO) también se comprometió a investigar posibles conexiones del atacante con otros extremistas. El primer ministro Anthony Albanese destacó que en Australia no hay lugar para la violencia extremista y calificó el ataque como perturbador.
El adolescente, que había sido liberado bajo fianza tras un incidente en noviembre pasado, apuñaló al obispo Mar Mari Emmanuel durante una ceremonia religiosa transmitida en vivo en redes sociales. A pesar de los heridos, la comisaria de Policía informó que tanto el obispo como el sacerdote tienen suerte de estar vivos.
El ataque desató disturbios en la comunidad del suroeste de Sidney, con pobladores exigiendo la entrega del responsable. Estos disturbios dejaron a varios agentes heridos y causaron daños a la propiedad del vecindario y a vehículos policiales.
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