Tras los recientes conflictos entre los gobiernos de Venezuela y Chile a raíz del asesinato del teniente Ronald Ojeda, el 18 de abril, el subsecretario del Ministerio del Interior de Chile, Manuel Monsalve, anunció que el gobierno de Nicolás Maduro había aceptado un vuelo chárter para repatriar a 150 migrantes venezolanos.
Monsalve comunicó que el gobierno venezolano había enviado una nota diplomática en la que aceptaba llevar a cabo un proceso de expulsión de ciudadanos de su país durante la primera semana de mayo.
El diplomático chileno resaltó la importancia de lograr «expulsiones efectivas» y de recopilar los antecedentes penales de los extranjeros que residen en Chile con el objetivo de identificar a aquellos migrantes que cometan delitos en territorio chileno, todo ello con miras a un acuerdo a largo plazo.
Chile, junto a Colombia, Perú y Ecuador, es uno de los países de la región que más migrantes venezolanos acoge.
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