El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, anunció su decisión de seguir adelante con más fuerza, agradeciendo las muestras de solidaridad recibidas. Tras comunicar su decisión al rey Felipe VI, enfatizó que la campaña de descrédito en su contra no lo detendrá. Pidió una reflexión colectiva para evitar acusaciones personales y la crispación en el debate político, instando a no permitir que los bulos dirijan la discusión política.
Sánchez aseguró que esta decisión no era un punto y final, sino un punto y aparte, comprometiéndose a trabajar sin descanso por la regeneración y el avance de la sociedad. Llamó a la sociedad a movilizarse por la dignidad y el sentido común, para poner fin a la política de la vergüenza que ha dominado durante demasiado tiempo. La declaración del presidente mantuvo al país en vilo, mientras enfrentaba la campaña de acoso proveniente de la oposición conservadora y de extrema derecha, así como de medios de derecha y ultraderecha.
El jefe del Ejecutivo se tomó un tiempo de reflexión ante los ataques en su contra, incluidos los dirigidos a su esposa, Begoña Gómez. A pesar de la apertura de diligencias contra ella por supuestos delitos, Sánchez se mantuvo firme en su decisión de seguir luchando por una sociedad justa e equitativa.
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