Maryori Mujica/ Mundo24
La alergia a la proteína de la leche de vaca, es la alergia alimentaria más común en los bebés. Por lo general aparece desde el nacimiento o en los primeros meses de vida y afecta a la piel, el aparato digestivo y el respiratorio.
Entre sus síntomas se encuentran: erupciones cutáneas en la piel, en especial en la cara o zona del pañal, urticaria (ronchas en la piel), problemas respiratorios como tos, sibilancia o dificultad para respirar, diarrea, vómito, dolor abdominal, cólicos (gases), sangrado o moco en exceso en las heces, mucha irritabilidad y llanto en los bebés.
Los síntomas pueden varias de un infante a otro, así como su intensidad, mientras algunos solo presentan erupción cutánea, otros pueden tener serios problemas respiratorios. También pueden variar los síntomas entre una ingesta de leche y otra, por lo que los niños que tienen este tipo de alergia deben evitar su consumo, para no poner en riesgo sus vidas.
Es importante señalar, que existe otra afección relacionada con la ingesta de leche de vaca, que es la intolerancia a la lactosa, donde el bebé puede presentar también alguno de los síntomas arriba mencionados como la diarrea y cólicos, por lo que es importante que, si hay sospecha de que un bebé o niño está presentando síntomas de alergia, sea llevado de inmediato a consulta con el pediatra para que dé el diagnóstico preciso.
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El tratamiento para la alergia a la proteína de la leche de vaca, consiste en eliminar el consumo de leche y sus derivados de la alimentación del niño. En los casos donde el bebé es alimentado con fórmula, será necesario cambiar a fórmulas especiales indicadas por el pediatra y si el bebé es lactancia exclusiva y presenta síntomas, el pediatra también determinará si es necesario o no que la madre realice dieta.
La buena noticia, es que la mayoría de los niños dejan de tener esta alergia antes de los tres años de edad, por lo que de grandes pueden tener una alimentación normal. Es importante mantener el control médico periódico, para que el doctor a cargo haga seguimiento a los síntomas y determine cuando el bebé puede volver a intentar tomar leche.
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