“La amistad entre nuestros pueblos debe persistir, independientemente de las circunstancias”, afirmó Gustavo Petro en Caracas, cuando todavía no llevaba ni cien días como presidente de izquierda de Colombia. “Es un acto de reconciliación”, expresó su anfitrión, Nicolás Maduro, en referencia al histórico encuentro entre los líderes de dos naciones con profundos lazos, que habían atravesado una ruptura diplomática.
Menos de un año y medio después, los mandatarios se reunirán por sexta vez este martes, marcando el fin de un periodo de distanciamiento ocasionado por Petro, quien cuestionó la inhabilitación de la opositora María Corina Machado para las elecciones presidenciales en Venezuela. El encuentro tiene lugar el simbólico 9 de abril, fecha del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, un líder liberal colombiano, al que Maduro había aludido como un símbolo de la lucha por la dignidad de los pueblos humildes hace un año.
El acercamiento entre Colombia y Venezuela, que ya había contado con dos visitas de Petro a Caracas y varias cumbres presidenciales, se vio interrumpido recientemente por las peticiones desde Bogotá, lideradas por el canciller Luis Gilberto Murillo, en favor de elecciones libres y justas. Esta postura no contó con el respaldo solo de Colombia, sino también de otros países aliados de Venezuela, como Brasil. Maduro tomó medidas drásticas al inhabilitar a Machado y encarcelar a miembros de su partido, generando la crítica de Petro, quien fue calificado de forma despectiva como «izquierda cobarde» por Maduro.
La presencia de Petro en la presidencia colombiana no solo permitió la designación de embajadores y la reapertura de la frontera con Venezuela, sino que también reintegró a Maduro al ámbito internacional, tras años de aislamiento debido a su régimen autoritario. Ambos líderes se necesitan mutuamente: Petro ha buscado mediar en el conflicto venezolano y Maduro ha facilitado las negociaciones con la guerrilla del ELN en Colombia.
A pesar de los desafíos, la economía bilateral ha sido una de las prioridades para ambos países, con un intercambio comercial en crecimiento desde la apertura de la frontera. Colombia ha avanzado en la reapertura de sus consulados en Venezuela, brindando servicios a sus ciudadanos en el país vecino.
La reciente reunión de cancilleres en Cúcuta y la propuesta de Venezuela para que Colombia sea observador electoral en sus elecciones muestran un intento por superar las tensiones y fortalecer la relación entre los dos países. Aunque quedan pendientes asuntos importantes, como las elecciones en Venezuela, la colaboración y el diálogo continúan en busca de una convivencia pacífica y próspera en la región.
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