El incidente ocurrió el 21 de marzo, cuando los detectives V. Plasencia y el sargento C. Zapata, de la unidad de Vicio e Inteligencia de la Policía de Miami-Dade, fueron informados por el sargento C. García, de la Unidad de Vertederos Ilegales, sobre un hallazgo perturbador en una propiedad en 6701 SW 122 Avenida.
Luego de obtener una orden de registro, el detective Y. Morgado encontró varias aves de pelea enjauladas por toda la propiedad, así como anillos de combate y equipos utilizados en estas prácticas crueles.
Alrededor de la 1:20 p.m., Plasencia y Zapata llegaron al lugar, donde fueron recibidos por el bullicio de los gallos que resonaba en las distintas áreas cercadas. Morgado encontró al señor Cruz en una zona con numerosas aves, gallinas y un ring de pelea durante la inspección.
La situación se complicó cuando los señores Montero Morales y Barroso Montero llegaron con jaulas de aves, lo que resultó en su detención inmediata para llevar a cabo la investigación.
Los arrestados enfrentan múltiples cargos, incluyendo crueldad animal y peleas ilegales de animales. El caso expone no solo la brutalidad de las peleas de gallos, sino también las actividades ilegales asociadas, como apuestas clandestinas y tráfico de animales.
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