En un gesto sorprendente de solidaridad internacional, Venezuela ha enviado casi 14 toneladas de ayuda humanitaria al Líbano y Siria, recolectada esta misma semana en un centro de acopio en Caracas. La iniciativa, promovida por el gobierno venezolano, busca aliviar el «sufrimiento» de los pueblos del Medio Oriente, víctimas del «genocidio sistemático» por parte de Israel, según declaró el gobierno este sábado. ¡Qué gesto tan noble, considerando que en Venezuela hasta conseguir una harina pan puede ser una odisea!
Tatiana Pugh, vicecanciller para Asia, Medio Oriente y Oceanía, explicó desde el Aeropuerto Internacional de Maiquetía que la ayuda incluye alimentos, medicinas y enseres. Mientras tanto, los venezolanos en casa disfrutan de la emoción diaria de cazar productos básicos, como si se tratara de un deporte nacional, y agradecen desde sus estómagos vacíos que se pueda contribuir a causas más urgentes que la suya.
Además, el vicecanciller para América Latina, Rander Peña, anunció una «jornada mundial» de protesta en contra del «terrorismo y genocidio del Estado de Israel», aunque no mencionó si habrá una jornada para protestar por los apagones, la escasez de gasolina o la inflación que ha llevado el costo de vida en Venezuela por las nubes. ¡Pero tranquilos, el Medio Oriente lo necesita más!
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