Este martes, los republicanos dieron un paso clave al arrebatar a los demócratas un escaño del Senado en Virginia Occidental, uno de los varios estados en disputa en las elecciones que definirán el control del Congreso estadounidense para el próximo período.
La victoria de Jim Justice, actual gobernador del estado, sobre el exalcalde Glenn Elliott, ha colocado al Partido Republicano en una posición favorable para alcanzar la mayoría en el Senado, con una ventaja que ya iguala el equilibrio de 50-50 en la Cámara Alta y pone presión en los demócratas.
Además de la elección presidencial, los votantes también están decidiendo la conformación del Congreso, compuesto por la Cámara de Representantes, con sus 435 escaños en juego, y el Senado, donde 34 de las 100 bancas están en disputa este año.
Según las proyecciones, si los republicanos ganan en los distritos clave, podrían obtener hasta 55 de los 100 escaños del Senado, lo que les otorgaría una ventaja considerable para impulsar su agenda legislativa.
Mientras tanto, los demócratas intentan mitigar las pérdidas con posibles avances en Texas y Florida, aunque la derrota en este último estado, donde el senador Rick Scott logró la victoria, ha sido un duro golpe para el partido.
En este contexto, los demócratas ven como esenciales las contiendas en Montana, Ohio, y otros estados bisagra como Wisconsin, Pensilvania y Michigan, para evitar que los republicanos logren una mayoría significativa en ambas cámaras.
Los gastos de campaña también han sido abrumadores este ciclo, con el monitor de financiación política OpenSecrets estimando un total de 10.000 millones de dólares invertidos en las campañas del Congreso, una cifra cercana a la registrada en 2020 y casi el doble de lo destinado a la contienda presidencial de 2024.
¿Qué opinas sobre los avances republicanos en estas elecciones y el impacto que podría tener un Congreso controlado por este partido? Comparte tu opinión en los comentarios.
Discover more from
Subscribe to get the latest posts sent to your email.