Cada año, la peligrosa ruta del Darién ve cruzar miles de menores de edad no acompañados, y este año los niños venezolanos lideran esta alarmante tendencia. Solo en 2023, de los 100,000 menores que atravesaron la selva, 3,300 lo hicieron sin la compañía de un adulto. Hasta septiembre de 2024, el número de menores venezolanos no acompañados ha llegado a 3,800, según Unicef Panamá, en un flujo migratorio que parece no detenerse.
Desesperación y esperanza impulsan la migración
Los menores venezolanos que se embarcan en esta travesía extrema buscan huir de las condiciones precarias en su país y tienen la esperanza de reunirse con familiares en Estados Unidos. Según Diana Romero, oficial de emergencias de Unicef en Panamá, el aumento de niños migrando solos ha sido significativo. Además, muchos de ellos mencionan que necesitan trabajar para ayudar económicamente a sus familias en Venezuela.
Romero recuerda el caso de una niña venezolana que llegó a Panamá con solo ocho años y, a sus 12 años, solicitó refugio afirmando que no quiere regresar a Venezuela. Este es solo uno de los tantos testimonios que Unicef documenta de menores migrando solos para evitar el retorno a su país de origen.
Un flujo migratorio en crecimiento
Unicef estima que la migración de niños no acompañados por el Darién ha crecido de manera preocupante en los últimos años, pasando del 6% al 22% en la migración infantil. “Uno de cada cinco migrantes es un niño o adolescente”, señala la organización, subrayando la situación crítica que enfrentan estos menores en el trayecto.
El riesgo es especialmente alto para los adolescentes, de quienes cada vez hay más casos en esta ruta migratoria. Muchos de estos menores son venezolanos, seguidos de ecuatorianos y colombianos, aunque Unicef también recibe niños de hasta 18 nacionalidades, incluyendo países tan lejanos como Bangladesh e India, lo que presenta un desafío adicional para las autoridades panameñas.
Una ruta peligrosa y violenta
El cruce por el Darién es conocido no solo por su terreno inhóspito, sino también por los numerosos peligros que conlleva. Romero detalla que la violencia en la ruta ha aumentado con los años, incluyendo agresiones sexuales, robos y otros abusos que afectan gravemente a los menores.
Además, se ha reportado un aumento en el número de mujeres embarazadas en tránsito por esta ruta. En 2023, Unicef registró a 900 embarazadas cruzando el Darién, y en los primeros seis meses de 2024, la cifra ya alcanza las 700. La situación es tan crítica que algunas mujeres han dado a luz en medio de la selva.
La importancia del apoyo internacional
Unicef trabaja en el Darién con programas de asistencia en agua, higiene y saneamiento, y gracias a la colaboración de gobiernos de Estados Unidos y la Unión Europea, se han implementado iniciativas para mitigar la violencia de género en la ruta. La organización también se enfrenta a desafíos complejos, como la reunificación de niños no acompañados de países sin representación consular en Panamá, lo que dificulta sus derechos y protección.
La dura realidad de los niños migrantes venezolanos
Para miles de menores venezolanos, la travesía por el Darién es una de las pocas opciones para huir de su realidad. A pesar de los peligros, muchos siguen el camino impulsados por el deseo de alcanzar una vida mejor o reunirse con sus familias en Estados Unidos. ¿Qué piensas sobre esta situación? ¿Qué más debería hacerse para proteger a estos niños migrantes? ¡Déjanos tu opinión en los comentarios!
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