Los gobiernos de Argentina, Paraguay y Uruguay manifestaron su “extrema preocupación” por la situación política, social y económica de Venezuela. En un comunicado conjunto emitido durante la última cumbre del Mercosur, los tres países hicieron un llamado a garantizar el respeto a los derechos humanos, la democracia y el bienestar del pueblo venezolano.
Los representantes de estas naciones destacaron que la crisis venezolana sigue afectando a la región, especialmente en términos de migración masiva y tensiones políticas. Por ello, instaron a la comunidad internacional a mantener los esfuerzos para alcanzar una solución pacífica y sostenible.
El gobierno de Nicolás Maduro respondió rechazando la declaración, calificándola como “injerencista” y asegurando que Venezuela sigue trabajando por su recuperación y estabilidad.
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