En una nueva muestra de su «brillante estrategia política», el dirigente opositor Henry Ramos Allup declaró que la Asamblea Nacional electa en 2015 «ya finalizó su período». Estas palabras, lejos de unificar a la oposición, parecen dirigidas a debilitarla aún más en un momento clave para enfrentar al oficialismo.
Mientras algunos sectores de la oposición luchan por mantenerse firmes y construir un frente común, Ramos Allup no pierde oportunidad para «colaborar» con declaraciones que alimentan las divisiones internas. Al señalar lo «obvio» –que el mandato constitucional de esa Asamblea terminó–, muchos se preguntan si busca sembrar más dudas en las bases opositoras o simplemente fortalecer su propia narrativa política.
Pero, ¿qué persigue Ramos Allup realmente con estas afirmaciones? Algunos analistas creen que intenta deslegitimar a figuras que aún ven en la Asamblea de 2015 un símbolo de resistencia frente al régimen. Otros
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