Ni el SEBIN, ni el G2 cubano, ni la “inteligencia” bolivariana pudieron evitar lo que ya parece un capítulo de espías escrito por Netflix: cinco opositores —incluida la mamá de María Corina— se volaron de la embajada argentina, y el régimen no supo ni por dónde salieron.
Mientras María Corina lo celebra como una gesta heroica y EE.UU. lo llama “operación precisa”, Maduro prefiere hablar de comercio con Putin y hacerse el loco. El silencio fue tal, que hasta Diosdado tuvo que salir a dar la cara… pero 24 horas después, alegando que “se fueron porque quisieron”.
La realidad es que el escape ocurrió en plena vigilancia con cinco puntos de control y casas tomadas por el gobierno. Según Bloomberg, parte del grupo habría cruzado por Curaçao, saltando sobre narices de militares, embajadas vecinas y un aparato de seguridad que quedó en evidencia.
¿Fue un rescate de película o una humillación negociada? ¡Saca tus conclusiones y suéltalas sin miedo en los comentarios!
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