Aunque las entradas no son tan caras como en otros países, ir al cine en Venezuela se ha vuelto un lujo que no muchos pueden permitirse, sobre todo cuando se trata de asistir en familia.
Los boletos cuestan entre 2 y 5 dólares en salas estándar, y hasta 10 dólares en salas VIP, que ofrecen asientos más cómodos y servicios especiales. Pero el verdadero golpe al bolsillo llega con las golosinas: combos de cotufas y refresco oscilan entre 10 y 20 dólares, y si se agregan tequeños, perros calientes, nachos o sushi, la cuenta sube aún más.
Un gasto promedio por persona puede llegar fácilmente a 20 dólares o más, sin contar estacionamiento o pasaje, y mucho menos si se quiere cerrar la salida con un helado en la feria del centro comercial.
Aun así, el cine sigue siendo una de las pocas opciones de esparcimiento valoradas por muchas familias, especialmente las que aún tienen un ingreso más estable. Los más creativos, por su parte, intentan “ahorrar” llevando sus propios snacks ocultos, aunque algunas salas ya los revisan al ingresar.
¿Hace cuánto no vas al cine? ¿Crees que vale la pena el gasto? ¡Cuéntanos en los comentarios!
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