La jornada de este 25 de mayo arrancó con un silencio atronador en las calles y centros de votación del país. Lo que el régimen de Maduro vendió como una “fiesta democrática” quedó retratado en imágenes desoladoras: mesas vacías, militares del Plan República superando en número a los votantes y un ausentismo que grita lo que ya nadie puede ocultar.
Desde tempranas horas, los centros supuestamente “habilitados” mostraban la misma escena en todo el país: soledad, apatía y rechazo. Las fotos que circularon en redes sociales no dejan lugar a dudas. En lugar de filas de electores, se vieron recintos vacíos y funcionarios armados cuidando un proceso que nadie reconoce.
¿Dónde están los millones que dice movilizar el chavismo? ¿Quiénes son los supuestos protagonistas de una elección que solo existe en las pantallas del canal del Estado? La ausencia de ciudadanos es el testimonio más crudo de un régimen desconectado de la realidad.
La Venezuela de hoy no se presta para farsas. Este 25 de mayo quedó claro: el pueblo le dio la espalda a la mentira.
