Acorralada, perseguida y aún así imbatible. María Corina Machado, líder de la oposición venezolana, lanzó una de sus acusaciones más demoledoras contra el régimen de Nicolás Maduro: “En Venezuela, los cárteles no están con el gobierno… los cárteles son el gobierno”.
Desde hace más de diez meses, Machado vive en la clandestinidad, esquivando la maquinaria represiva del chavismo que arremete con detenciones arbitrarias, persecuciones, amenazas y el secuestro sistemático de líderes democráticos. Pese al acoso, no ha cesado su lucha por la libertad del país.
En una reciente entrevista, Machado denunció el carácter criminal y narcotraficante del régimen chavista, al tiempo que reaccionaba al secuestro de Juan Pablo Guanipa y de al menos 50 miembros de su equipo. Según la dirigente de Vente Venezuela, se trata de una muestra clara de una dictadura agonizante y en fase terminal, que recurre al terror para sostenerse en el poder.
“La represión es el último anillo que le queda a Maduro”, afirmó, vinculando esta nueva ola de violencia política con el reciente operativo de rescate de los activistas refugiados en la embajada argentina, una acción que dejó en evidencia la fractura interna del aparato represivo chavista.
Machado definió el secuestro de Guanipa como “un acto de terrorismo de Estado” y aseguró que, aunque sabe que también podría ser detenida en cualquier momento, no abandonará Venezuela ni renunciará a su compromiso con la libertad: “Aquí me quedo, aquí seguimos luchando”.
La opositora también alertó sobre el peligro que representa el chavismo más allá de las fronteras venezolanas. Denunció la alianza del régimen con grupos narcoterroristas internacionales, como Hezbollah e Irán, y advirtió que el flujo de drogas, la migración forzada y la desestabilización regional son parte de una estrategia deliberada: “Esto no es un gobierno aliado de los cárteles, es un cartel disfrazado de gobierno”.
A horas de la farsa electoral que el régimen intenta imponer, Machado reitera lo que ya la mayoría de los venezolanos sabe: el 28 de julio ya decidimos, y no fue a favor de Maduro. El mundo lo vio, y los venezolanos no se van a rendir.