Dictadura celebra “triunfo” con centros vacíos y votos fantasmas

En un episodio más del teatro electoral al estilo del PSUV, el CNE —con Elvis Amoroso como maestro de ceremonias— anunció entre aplausos y cifras infladas lo que llamaron una “jornada exitosa” este domingo 25 de mayo, en unas elecciones que más bien parecieron una obra de ciencia ficción: participación del 42,63%, según ellos, en centros donde hasta las palomas se aburrían de no ver gente.

Mientras los medios del régimen mostraban imágenes recicladas y ángulos cerrados de supuestos votantes felices, en la calle lo que se veía era desolación, silencio y funcionarios del Plan República bostezando de aburrimiento. Según el conteo oficial, el chavismo sacó hasta medio millón de votos más que en las elecciones presidenciales del 28 de julio. ¿Milagro? No, solo otro capítulo de la saga: “Resultados por decreto”.

Entre los elegidos a dedo para la nueva Asamblea Nacional “rojita”, figuran los mismos de siempre: Cilia, Jorge, Iris y toda la tropa del pasado. Como si el país no tuviera memoria. Y por si fuera poco, 23 de 24 gobernaciones quedaron nuevamente en manos del PSUV, incluyendo la del Esequibo, porque claro, hasta Guyana debe estar preocupada.

Mientras tanto, la oposición real, encabezada por María Corina Machado, se anotó una victoria sin necesidad de papeletas: logró que el país entero le diera la espalda a esta payasada. Con una participación real que, según reportes independientes, no pasó del 8%, quedó claro que el pueblo no está dispuesto a seguirle el juego a un régimen que ya ni disimula.

Pero tranquilos, que según Maduro ahora viene la “consulta comunal permanente”. Porque si no votan en las urnas, los buscarán en la panadería, en la cola del gas o directamente en el grupo del edificio. La dictadura no descansa en su afán de imponer la ficción de que todo va bien… aunque el país esté vacío, harto y sin miedo.

¿Democracia? No, esto fue otra tragicomedia bolivariana.

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