Las diferentes estrategias de campaña reflejan los desafíos únicos que enfrenta cada lado. Trump enfrenta problemas financieros y legales significativos, mientras que Biden busca contrarrestar las preocupaciones sobre su edad, destacando su actividad y logros. Ambos equipos proyectan confianza y critican los enfoques del otro.
Mientras Trump ha estado centrado en eventos de recaudación de fondos para cubrir sus deudas y ha limitado sus apariciones públicas, Biden ha estado participando en eventos más pequeños e íntimos para conectarse con los votantes. Ambos candidatos están tratando de adaptarse a las cambiantes dinámicas políticas y financieras.
La próxima semana será crucial para Trump, ya que enfrenta una fecha límite para pagar una multa considerable. Su equipo está trabajando arduamente para recaudar fondos y ajustar su estrategia de campaña en medio de estos desafíos legales y financieros.
Por otro lado, Biden continúa enfocándose en destacar sus logros y promover su agenda política a través de eventos más pequeños y encuentros cercanos con los votantes. Su equipo está comprometido a llegar a los estados clave y aprovechar al máximo el tiempo previo a las elecciones generales.
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