En un gesto que marcó la relación entre Cuba y Alemania Oriental durante la Guerra Fría, Fidel Castro ofreció en 1972 una pequeña isla cubana (Cayo Blanco del Sur) como regalo al gobierno comunista alemán para convertirla en un destino turístico exclusivo. Esta peculiar historia resalta los lazos ideológicos entre ambos países en un período de intensas tensiones globales.
La isla, ubicada en el archipiélago cubano, debía ser desarrollada como un símbolo del turismo socialista, contrastando con los destinos capitalistas de la época. Sin embargo, los ambiciosos planes no prosperaron debido a limitaciones económicas y logísticas, dejando el proyecto como una curiosidad histórica.
Hoy, el recuerdo de este intercambio refleja la influencia de las alianzas políticas del pasado y la visión de Castro de estrechar lazos con sus aliados internacionales en medio del contexto de la Guerra Fría.
¿Conocías esta historia? ¿Qué opinas sobre este singular episodio de la historia cubana? Déjanos tu comentario.
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