En un anuncio transmitido a través de medios internacionales, insurgentes sirios proclamaron el fin del gobierno de Bashar al-Assad, tras asegurar que han tomado el control de zonas clave en el país. Según los líderes rebeldes, este avance representa un punto de inflexión en el conflicto armado que ha devastado Siria desde 2011.
El comunicado destaca que las fuerzas opositoras lograron avances significativos en Damasco y otras regiones estratégicas, obligando a la retirada de tropas leales al régimen. Sin embargo, aún no existe confirmación oficial sobre la caída total del gobierno de Al-Assad, y expertos advierten que el panorama podría desencadenar nuevos episodios de violencia.
La comunidad internacional ha reaccionado con cautela ante esta declaración. Mientras algunos gobiernos ven la noticia como una oportunidad para una transición democrática, otros temen un vacío de poder que desestabilice aún más la región.
¿Qué opinas sobre este giro en la situación siria? Déjanos tu comentario.
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