Una inquietud expresada previamente por defensores de los derechos de los ancianos en Nueva York parece estar confirmada, según un informe financiero reciente. El documento, presentado por la Comisión de Adultos Mayores del Concejo, revela una brecha de $36,7 millones en el presupuesto propuesto por el alcalde Eric Adams para el año fiscal 2025 en comparación con el año anterior.
Los programas dirigidos a esta población vulnerable, que incluyen centros comunitarios, servicios de comida a domicilio y esfuerzos contra la discriminación laboral, podrían verse afectados por esta reducción. En un esfuerzo por entender mejor esta situación y su impacto futuro, legisladores locales han iniciado una serie de audiencias de investigación.
Adrianne Adams, presidenta del Concejo, aseguró que se vigilará de cerca cualquier recorte y se buscará más bien aumentar los recursos destinados a estos programas esenciales. La inseguridad alimentaria entre los ancianos de la ciudad, que afecta a uno de cada diez, es una de las preocupaciones centrales en este debate.
Aunque hubo registros de una disminución en algunos programas durante el año fiscal 2023, Lorraine Cortés Vásquez, comisionada de NYC Aging, aseguró que los recortes no afectaron a los servicios para la tercera edad durante el año fiscal 2024. De hecho, algunos indicadores muestran un aumento en la demanda de estos programas.
Por otro lado, Crystal Hudson, presidenta del comité de Adultos Mayores del Concejo, cuestionó sobre la efectividad de los planes de apoyo para ancianos migrantes, ante la creciente presencia de esta población en los próximos años. Cortés Vásquez afirmó que los programas financiados por la ciudad son inclusivos para todos, independientemente de su estatus migratorio.
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